Irene se despertó sobresaltada pensando que era muy tarde y nos habíamos dormido….y efectivamente así era, nos aseamos lo más rápidamente posible, mientras el resto nos esperaban en el hall del hotel, Nuria y Elena se adelantaron al metro de Navy Yard, ya que Elena estaba un poco tocada en uno de sus pies. Rápidamente nos juntamos el resto y fuimos al metro y sorprendentemente ese día fue todo bien y llegamos casi con una hora de antelación al la oficina, regentada por un chino, que hacía las veces de estación de autobuses. Cogimos el autobús dirección New york, y tras 4 o 5 horas llegamos a la gran manzana….. La verdad es que es muy bonita la vista de cuando te vas acercando a Manhattan, con sus rascacielos y edificios típicos de las películas.
El autobús nos dejo en Penn Station y como si fuéramos de allí toda la vida nos metimos en el subway, compramos una tarjeta bastante rentable, que por 27$ te permite viajar durante 7 días las veces que quieras en el metro. Al bajar al metro una bofetada de calor nos recibe amablemente…..la vigen que caló azze aquí!!!! Es increíble el calor que hace en los andenes, pero que sorpresa cuando llega el tren y subimos al vagón, bofetada de aire acondicionado a 16 grados, menudo contraste de frio/calor. Más tarde descubriríamos que esto es así en todos los edificios y trenes de la ciudad, esta gente no escatima con el aire acondicionado.
Llegamos al hotel y era demasiado pronto para entrar a las habitaciones así que hicimos el check in, y dejamos nuestras maletas allí, custodiadas amablemente por Jeff, un botones buscavidas de aprox. 1,90 de alto y 120 kg, pero muy simpático.
Cogimos un mapa de Manhattan y nos dispusimos a dar una vueltica por los alrededores, orientarse en Manhattan es muy fácil tienes varias avenidas horizontales que están numeradas, y las calles que cortan verticalmente son casi todas números, salimos del hotel, que estaba súper bien situado, y cruzando tres calles ya estábamos en Time Square, es como en las películas!! Lleno de gente y con muchísimas pantallas luminosas con colores vivos, colgadas de los edificios y que están anunciando cosas todo el rato, vimos muchísimas tiendas con los típicos suvenires y que merece la pena entrar a echar un vistazo en todas para buscar los mejores precios.
Tras esta breve vueltecilla nos dirigimos al hotel, nos dieron dos habitaciones pero la tercera tenían que limpiarla, así que nos fuimos a Central Park.
Tras esta breve vueltecilla nos dirigimos al hotel, nos dieron dos habitaciones pero la tercera tenían que limpiarla, así que nos fuimos a Central Park.
Central park es como un retiro a lo bestia rodeado de rascacielos….es típico ir a hacer deporte allí, la gente va a correr, andar, con la bici, se juntan para jugar al frisbie o al beisbol, incluso vimos a varios tíos practicando capoeira, dando saltos y piruetas. Seguimos con nuestra ruta turística y llegamos al edificio Dakota, donde residió John Lennon, enfrente de dicho edificio fue asesinado, y en recuerdo suyo hay un pequeño monumento en Central Park, el Imagine, la gente suele llevar flores e incluso cantan canciones allí en su recuerdo.
Continuando con la visita nos dirigimos al castillo Belvedere rodeando uno de los enormes lagos del parque.
Salimos por el otro lado del parque y nos dirijimos al Guggenheim, pero solo para verlo por fuera, de caminos vemos varios puestos ambulantes de fruta y decidimos comprar y arriesgarnos a una indisposición intestinal…..pero curiosamente la fruta es bastante buena, y nuestro intestino permanece bien.
Salimos de Central Park por la 5º Avenida, recorrimos varias tiendas típicas de esta calle, como Apple (donde descubrimos que el mito de los IPhone es mentira, cuestan unos 600$), Tiffany’s y fuimos por el Radio City Music Hall hasta el Rockefeller Center.
Decidimos volver al hotel a disfrutar de nuestras cervezas frias, no sin antes, aprovechar para pasar por la increible tienda de M&M, donde pudimos admirar la tonelada ricos chocolates y disfrutar de unas fotos de risa.
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